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Comunidad de Ixtlán de Juárez: guardianes de la diversidad biológica de sus bosques

Conoce las prácticas ancestrales de la comunidad de Ixtlán de Juárez para manejar sus bosques y proteger su diversidad biológica.

Comunidad de Ixtlán de Juárez: guardianes de la diversidad biológica de sus bosques

La comunidad de Ixtlán de Juárez de Oaxaca, México, es un referente internacional por la conservación, manejo y aprovechamiento forestal y sustentable de sus bosques. Una larga gestión comunitaria les otorgó la posesión y autonomía de estos paisajes culturales Indígenas que resguardan una enorme diversidad biológica de ecosistemas y una gran variedad de climas.

En esta área, predominan los bosques mesófilos de montaña, los bosques de encino y mixtos de pino – encino, la selva alta perennifolia, y diferentes tipos de flora y fauna en peligro de extinción.

Mantener esta biodiversidad prolífica ha sido posible a través de las prácticas ancestrales que el Pueblo Indígena Zapoteca, habitante y protector de este territorio, ha logrado implementar. La comunidad trabaja en “tequios” un sistema de usos y costumbres que hace parte de su vida cotidiana y que se rige a través de una Asamblea General de Comuneros. En este escenario, se toman las decisiones para el aprovechamiento de los bosques a través de técnicas que garantizan su sostenibilidad y mantienen el respeto por la Madre Tierra, además de generar beneficios ambientales y económicos.

Preservación de la diversidad biológica: una lucha por la soberanía

Antes de adentrarnos en las dinámicas de los tequios, es importante recordar que la preservación biológica de estos bosques ha sido, a su vez, una larga lucha por reivindicar el derecho del Pueblo Indígena de Ixtlán de Juárez de gestionar su territorio.

En los años 40s, el gobierno mexicano otorgó la concesión de estos bosques a particulares para su explotación. La comunidad de Ixtlán tuvo que resistir el hecho de trabajar como obreros en su propia tierra, aunque manteniendo una lucha constante por recuperarla.

Luego de cuatro décadas, la comunidad obtuvo de nuevo la autonomía sobre el territorio, para empezar un proceso de aprovechamiento que hoy en día demuestra excelentes resultados.

El impacto de la intervención de las empresas particulares fue un elemento de análisis en la Asamblea Comunitaria. Allí se tomaron importantes decisiones; por ejemplo, se aprovechó la red de caminos, que antes se utilizaba para la explotación, para potenciar las actividades de mantenimiento del bosque y de los mantos acuíferos. También, se definieron las técnicas para la identificación de las mejores semillas; la colecta y la producción de plántula para la reforestación, y las técnicas tradicionales para el combate de plagas y de incendios, estos últimos, considerados como uno de los mayores agentes destructivos de los bosques.

Aunque no es posible reducir a cero la afectación de los recursos naturales durante la etapa de uso, se implementan diversas técnicas de impacto reducido, entre ellas, el derribo direccional, la segregación de vegetación en corrientes de agua, la reducción de ruidos, la construcción de caminos de bajo impacto y el respeto del refugio de especies.

Ecoturismo: otra alternativa económica y de preservación de la diversidad biológica

Al igual que el aprovechamiento forestal, la comunidad de Ixtlán ha visualizado el ecoturismo como una actividad con potencial de desarrollo y generación de beneficios económicos y sociales y, a su vez, como una forma de preservar los ecosistemas. Es por ello, que en el año de 1994 se constituyó la empresa comunitaria ECOTURIXTLÁN, la cual ofrece actividades de turismo de naturaleza.

Uno de sus principales atractivos es el desarrollo de áreas exclusivas para la observación de aves, orquidearios, senderos y santuarios naturales que permiten la visita de turistas y la preservación de especies de flora y fauna.

En conclusión, la comunidad de Ixtlán de Juárez ha demostrado ser un ejemplo destacado en la preservación y uso sostenible de sus bosques, así como en la protección de la diversidad biológica. A través de su gestión y organización comunitaria interna, regida por un reglamento denominado “estatuto comunal” y el sistema de tequios, han implementado prácticas ancestrales que garantizan la sostenibilidad de los recursos naturales y su aprovechamiento económico dentro de un respecto ancestral por el territorio en el que han cohabitado y que les provee lo necesario para subsistir.

Alina Liviet Santiago Jiménez es integrante de la comunidad Zapoteca de Ixtlán de Juárez, y vicepresidenta y representante del Comité Permanente de Pueblos Indígenas del Consejo de Administración Forestal (FSC) en Centro América y México. También es miembro individual internacional en la Cámara Social Sur del FSC, y asesora administrativa de la comunidad de Ixtlán de Juárez, encargada de realizar la gestión de recursos ante dependencias del Gobierno de México para las empresas comunales y Comisariado de Bienes Comunales. Alina es licenciada en Administración de Empresas y especialista en Comercio Internacional.